miércoles, 8 de febrero de 2012

DEL BAUL DE LOS RECUERDOS! La visita del poeta José Martí a Barahona, vista por Bienvenido Matos Pérez

José Marti En Barahona
POR BIENVENIDO MATOS PEREZ*
*EL AUTOR es abogado y poeta

El 20 de septiembre del año 1892, en horas de tarde, una tarde tranquila, apacible en el poblado de Barahona que para entonces comenzaba a dar los primeros pasos en los difíciles caminos hacia el desarrollo, diríamos que era una villa, un espacio pequeño que semejaba un verdadero paraíso, un vergel de bellezas incomparables premiado por la naturaleza, pero esa tarde quedaría marcada en el calendario de la eternidad como una tarde de grata recordación.

Un grupo de compueblanos vió llegar un balandro de unas 10 toneladas llamado Lépido, llegó al puerto para bañar con la belleza de su misión en las aguas benignas de nuestros mares. Para muchos era una embarcación mas y no lo era puesto que en ella viajaba la dignidad, la libertad y el mas ilustre de los ciudadanos de América llegaba a nosotros Don José Marti, soldado de la justicia, de la libertad, que no vino a hollar nuestro suelo fértil, grávido de gratitud y amor; vino con la palabra libertad y patria aprisionadas en su corazón para ofrecerla a los hombres que como él se sentían émulos del ideal de Enriquillo que hizo de su vida una gesta libertaria capaz de contagiar los espíritus libres con la inspiración de su ideal.

Vino Marti a recoger el pensamiento y el ideal libertario de estas tierras, vino a reabastecerse de amor que es la esencia más pura del verdadero patriotismo.

Por ello el 20 de diciembre de 1892 el balandro Lépido no trajo cañones ni pólvora, trajo en sus adentros la mejor lírica, de la mejor poesía, trajo a José Marti una palabra mayor, una evocación, una ruta obligada hacia la libertad, la independencia y la soberanía de nuestros pueblos.

La visita del bardo cubano y patriota nos la relata Don Carlos A. Mota, al evocar los recuerdos de su estadía en Barahona con una exactitud que describe como este visitante distinguido impregnó en el sentimiento de sus compueblanos:

- José Marti llego a este pueblo, si mal no recuerdo en el año de 1892. Su balandro debía ser de unas 10 toneladas; tan pronto puso sus pies sobre la tierra barahonera le fueron tomadas sus maletas por un ciudadano a quien solo recuerdo por el nombre de Chichi el loco quien lo llevó a la casa de familia del Gobernador Don José Dolores Matos.

De la casa del Gobernador, después de compartir con la familia y algunos amigos, visitó la casa de mi familia para conocer e intercambiar impresiones sobre la situación de cuba.

La presencia de Marti en Barahona congregó a muchas personas de la localidad en la casa de la familia Mota, personas que querían conocerle y oír de sus labios lo que estaba pasando en Cuba. Fueron tan dulces las palabras de marti que a Don Jaime Mota y los que le oyeron se le grabaron para siempre en su memoria. Nunca he de olvidar, dijo Don Jaime con frases emotivas en su voz un tanto apagada por el paso de los años, aquellas palabras casi lapidarias expresadas por Marti: “No es un Hombre el que habla, es un pueblo que atado con fuertes cadenas lucha y grita para romperlas, para obtener su libertad”.

En su significativa estadía sembró Marti en el corazón de los barahoneros los anhelos de libertad que lo llevarían por todo el mundo con la causa de el pueblo cubano a cuesta, ¡Su causa!, visitó compatriotas cubanos residentes aquí hasta la mañana del 21 de septiembre después de escribir una misiva a su entrañable amigo el ilustre hijo dominicano Federico Henríquez Y Carvajal, de aquí salio rumbo a Haití escoltado o conducido por 2 prácticos de gran experiencia Nicolás Cabuyas y Minene López, quienes tuvieron el encargo de conducirlo a su destino.

El profesor Juan Bosch, al hacer el recordatorio de tan memorable visita, en un hermoso articulo que escribiera para la revista Bohemia de Cuba y que fuera reproducido en el periódico Vanguardia del Pueblo nos dice: "José Marti partió de Barahona con honda satisfacción, de la casa de Don Jaime A. Mota que está próxima a la playa, el gobernador José Dolores Matos, Don Jaime A. Mota y un grupo de notables ciudadanos se despidieron de Marti haciéndole señales de gratitud, ondeando sus brazos al visitante que se despedía de ellos por entre una hilera de cocoteros de mas de un kilómetro entre la espesa vegetación que coronaba nuestras tierras. Fue un día 20 de diciembre del 1892 que José Marti vino a bendecir con su presencia bienhechora nuestro pueblo hace casi 117 años, y para que no se olvide nuestra historia la recordamos con la reverencia y la veneración que esta honrosa visita nos deparó, porque con ella Barahona se inscribió en la lista de las naciones que aportaron su solidaridad para la libertad de cuba al darle aliciente al padre, mentor y guía de la gesta libertaria de la mayor de las antillas, la Cuba histórica de siempre.