BREVE HISTORIA DEL REMOLCADOR TANAC
Entrevista a su Capitán Don Jaime Olmos
Por: Virgilio Gautreaux P
Introducción/Tomado de Elbiranny.com
Varias generaciones de
barahoneros y barahoneras crecieron vinculados al mundo marítimo. El
puerto por décadas fue el principal indicador del progreso de la
provincia. Todo lo importante entraba o salía por sus instalaciones. Los
barcos que ingresaban o zarpaban requería el concurso de remolcadores
para su desplazamiento. En esta oportunidad, trataremos brevemente una
parte de la historia del remolcador TANAC, de grata recordación para
toda una pléyade de compueblan@s.
Lo primero que se nos ocurrió fue investigar sobre el curioso nombre del remolcador, cuyo “nombre oficial” era TANAC V-244.
Realicé una rápida búsqueda por
la red y pude leer que la mayoría fueron construidos durante la Segunda
Guerra Mundial, pues los aliados los requerían para el esfuerzo bélico,
donde el transporte marítimo era altamente estratégico. De diversas
lecturas extraemos que la V de estos pequeños navíos, representaba la V
de la victoria. Los ingleses hicieron mucho uso de estas embarcaciones.
REMOLCADOR CANADIENSE DE LA CLASE TANAC
Un total de 265 CT (Remolcador
canadiense ) remolcadores TANAC fueron construidos en Canadá para el
Ministerio de Transporte británico por 5 astilleros canadienses.
“Navegando” por internet
utilizando la palabra TANAC, me encontré con que existe un ritmo
folklórico o danza con este nombre, que se baila en Croacia, en Hungría y
algunos lugares de los Balcanes. En la Enciclopedia Wikipedia
encontramos que Tanac es un pueblo de la República de Croacia. También localizamos que en Brasil existe una fábrica de calzados, carteras y otros artículos de piel, que se llama TANAC.
Con esta corta introducción, pasamos a describir detalles del “TANAC BARAHONERO“, para
lo cual contamos con la valiosísima cooperación de Don Jaime Olmos, el
cual gentilmente nos auxilió por mediación de su hijo el amigo Benito
Olmos. A ambos, nuestro eterno agradecimiento.
Desarrollo
1- El remolcador era propiedad
del Ingenio Barahona. Fue construido en Cánada en 1945 y fue comprado
por la compañía azucarera en 1947.
2- Siendo un mozalbete de unos
14-15 años Don Jaime siempre estaba en el muelle, observando la entrada
y salida de barcos. Estaba emocionado con la vida de los marinos. A esa
edad fue como tripulante a Pedernales, en el barco de Alfredo Asunción.
3- Ya a la edad de 18 años era
un joven piloto de un balandro que se llamaba Jorgito, en el cual
buscaba café y guayacán en Enriquillo.
4- Un día Olmos llegaba al
puerto de Barahona y el capitán del barco La Julia (propiedad del
Ingenio Barahona) lo observó la maniobra de entrada al muelle y quedó
impresionado por la pericia del joven piloto, razón por la cual lo
invitó a pasar por el muelle del Ingenio, donde le propuso nombrarlo
para que manejara el remolcador AGUA DULCE, propiedad de la empresa azucarera. De esa forma, Don Jaime ingresó al Ingenio Barahona en 1944.
5- El Ing Gerardo
Sterling-Lachí, de origen holandés, es quien lo nombra al frente de esa
responsabilidad. Para ese entonces Olmos contaba con apenas 18 años de
edad.
6- Luego Mr. Key-Capitán del remolcador Agua Dulce
se enfermó y el Ing. Lachí designó a Olmos como Capitán. Su trabajo era
trasladar lanchones repletos de azúcar para llevarlos a buques que por
su gran calado [tamaño] no
podían ingresar al puerto. La empresa tenía siete lanchones. Tres con
capacidad de 1,500 sacos de 320 Libras y cuatro de 700 sacos.
7- El Sr. McMoran se
desempeñaba como Jefe del Departamento de embarques del Ingenio (melaza y
azúcar). Éste desde un principio se opuso al nombramiento de Jaime
Olmos, por su juventud. También los tripulantes del Remolcador se
oponían a ser dirigidos por un mozalbete, que además ganaba mejor
sueldo. MacMoran lo despidió, pero fue reincorporado por Lachí. La
situación originó una fuerte discusión entre los ejecutivos del emporio
azucarero y McMoran, el cual terminó aceptando a Olmos.
8- El Ingenio Barahona dispuso más adelante de tres Remolcadores:
-El TANAC de buen tamaño
-El YUNA de tamaño medio
-El AGUA DULCE de tamaño pequeño
EL TANAC MANEJADO POR SU CAPITÁN JAIME OLMOS EN LOS AÑOS SETENTA
9- Don Jaime Olmos trabajó en estas labores desde 1944 a 1991 (casi medio siglo), siendo su conducta ejemplar. Serio, honesto y capáz, tuvo muchas vivencias remolcando todo tipo de embarcaciones.
10- Cuando
llegó el TANAC su primer Capitán era el Sr Benjamín Maduro de
nacionalidad holandesa y Jaime Olmos pasó a ser el segundo oficial de la
embarcación. Más adelante el experimentado joven barahonero ocupó la
dirección de este remolcador.
11- CARACTERÍSTICAS DEL TANAC
Tamaño 60 pies de largo y 16 de ancho
Peso vacío 60 toneladas
Capacidad motor Vivian Diesel de 300 caballo brutos
Tanques de combustible: 2 de 1,500 galones Gasoil c/u
Lastre (tanques de agua) 2 de 3 toneladas c/u
Velocidad 10 millas por hora
La nave disponía de dos ruedas o
guías para dirigir el timón de proa. Uno estaba sobre la nave y el otro
dentro de la cabina. Cuando se estaba en labor de remolque, el Capitán
se colocaba en el guía de arriba para visualizar mejor la operación.
Los dos tanques de agua
posibilitaban que el remolcador tuviera un buen peso, lo cual permitía
el arrastre de grandes buques. Generalmente a cada tanque de combustible
se trabajaba un promedio de 10 horas y luego se utilizaba el otro, como
forma de mantener su balance.
La tripulación de remolcador era de seis tripulantes:
El Capitán Jaime Olmos
El Segundo a bordo (Sr. Baldemiro Fernández-barahonero)
2 Maquinistas
2-Ayudantes (tiraban las cuerdas y labores auxiliares)
El TANAC tenía cuatro mangueras para extinción de incendios y un pistón que impulsaba agua a cien pies de distancia.
Las tareas de reparación y
mantenimiento las realizaba el Sr. Selé, el cual se desempeñaba como
mecánico de las locomotoras del Ingenio Barahona.
Con respecto a las maniobras
cuando llegaba un buque, el Sr Jaime Olmos nos manifestó que con
antelación la nave suministraba los datos correspondientes de la
embarcación a la comandancia del puerto, la cual suministraba dicha
información y hora de arribo al remolcador y al Práctico (lancha ligera
que orienta los barcos). Más adelante cuando el buque llegaba a las
proximidades del puerto, un piloto del Práctico subía al barco y se
colocaba junto al piloto para indicarle la ruta. El Práctico se colocaba
delante y el remolcador detrás.
Cuando la embarcación estaba
cerca del muelle, el remolcador l,o empujaba para colocarlo al lado de
la estructura. Entonces los marinos de dicha embarcación arrojaban los
cabos (sogas) para atar o fijar el navío.
Cuando la embarcación estaba
cargada de azúcar o de melaza, el TANAC lo remolcaba con un cabo de unos
500 pies de largo, conduciéndolo hasta el antepuerto, es decir, fuera
del área, donde por la profundidad del agua los barcos ya no requerían
la asistencia del remolcador.
EL TANAC DESCANSA APACIBLEMENTE EN UNA MAÑANA BARAHONERA
Todas las operaciones anteriores
requerían gran pericia y estrecha coordinación entre varios equipos. En
una ocasión el Capitán de un barco ruso no quiso cargarlo completo en el
muelle del Cayo, sino en el muelle de la ciudad. Salió al antepuerto y
cuando ingresó al puerto se produjo una fuerte brisa que aumentó la
velocidad de la nave, a lo cual se sumó que no se entendió bien la
instrucción del piloto asistente del Práctico. Como resultado la
embarcación embistió el muelle ocasionándole daños de consideración a la
estructura y a la embarcación. El TANAC estaba un poco despegado del barco.
A raíz del choque se produjo una
investigación para determinar responsabilidades. Hubo niveles de
culpabilidad en el Capitán de la nave rusa. El expediente se levantó
también para fines del seguro.
Don Jaime Olmos es un hombre de
mar. Marino Cien por Cien, mantiene activos todos sus recuerdos sobre su
vida en el TANAC. Cuenta ricas anécdotas sobre esa etapa de su vida
ejemplar. Es Tronco, junto a su querida esposa ya fallecida, de una
larga familia de hombres y mujeres que se levantaron sobre la base del
ejemplo del trabajo honesto y la solidaridad humana.
Su hogar en Barahona es un
verdadero museo cargado de objetos marinos, tales como anclas, luces,
pequeñas boyas, un guía de nave y otros objetos, le comunican a los
transeúntes, que en esa vivienda reside un viejo lobo de mar.
Quienes tienen la dicha y el
privilegio de conversar con Don Jaime Olmos, verán una persona de 87
años, con entusiasmo, salud y siempre una sonrisa a flor de labios.
Recuerda hasta el último detalle de su extendida vida marina. Sin duda
alguna, es una referencia obligada cuando se quiera hablar de la
historia marítima de Barahona en el siglo XX.
Así como concluye la vida activa
de los marineros, le pasa a las naves marinas. Mientras los seres
humanos-como es ejemplarizador caso de Don Jaime-descansan en la paz de
sus hogares, rodeados del cariño de familiares, vecinos y amistades,
las embarcaciones no corren la misma suerte. Generalmente son
arrinconados y abandonados a la intemperie, al aire libre, donde los
dejan flotar hasta que el herrumbe los carcoma y hunda.
Durante varios años el TANAC
estuvo abandonado frente a la costa, donde se esperaba que el mar
hiciera su labor y se lo tragara. En el interín, ladrones de toda laya
se dedicaron a desguazarlo, saqueándolo sin piedad, sin que interviniera
autoridad alguna.
ANTES DESPUÉS
Con la construcción del Bulevar (aún no concluido), la estructura oxidada y destruida del TANAC
representaba un verdadero contraste con las obras en ejecución.
Afortunadamente varios barahoneros iniciaron un movimiento de rescate
del remolcador y lo resultados han sido extraordinariamente positivos.
Como es obvio, la labor de
rescate y hermoseamiento, generó las consabidas críticas, las cuales se
basaron en el monto de las obras realizadas. También surgieron personas
que asumieron cierto protagonismo inmerecido. Sobre este último
particular, nos acogemos a lo expresado por el excelente portal
barahonero EL BIRÁN DE NUEVA YORK el cual al referirse a las controversias surgidas, manifestó lo siguiente:
Está claro que
la disposición de remodelación fue efectuada mediante iniciativas y
propuestas hechas a la Dirección de Desarrollo de la Comunidad (DGDC)
por Francisco Vargas (Pachico) y Alberto Ramírez,
quienes además trabajaron personalmente en este proyecto, teniendo como
resultado una remodelación con los colores patrios, como debe ser.
A modo de conclusión, podemos
decir que la labor de rescate del TANAC, enriquece el patrimonio
monumental de la ciudad de Barahona, dentro del cual tenemos el Palacio
Municipal, el Parque Central y su Glorieta, la Casa Presidencial, el
glorioso Cañón Restaurador, el viejo templo católico, el Arco de
Triunfo, el monumento a La soberana Casandra Damirón, la Plaza Duarte,
el Parque Temático, las hermosas casas del Batey Central, el Ingenio
Barahona y el edificio del Cuerpo de Bomberos, entre otros.
Hay muchas historias sobre el TANAC. Ésta es sólo una de ellas !!!