miércoles, 13 de octubre de 2010

LEGISLADORES BARAHONEROS RECLAMAN OBRAS DESARROLLO HACE 120 AÑOS

Por Virgiliio Gautreaux P.


El 4 de Junio de 1889 los Diputados barahoneros Jaime Mota y Rafael Damirón en una brillante exposición a sus colegas legisladores, destacaban que la joven Provincia de Barahona estaba abandonada. Pobre en medio de su natural riqueza y sometida a la peligrosa y desleal competencia comercial haitiana. Ambos observaban con preocupación que el descuido gubernamental con la zona, contribuía a incrementar la peligrosa influencia haitiana. Por ello solicitaban que el Congreso Nacional dictara aquellas medidas que vayan “preparando su salvación”. Para ello, solicitaban un conjunto de obras desarrollistas y políticas impositivas, con el objetivo de impulsar el siempre anhelado crecimiento de nuestra demarcación. En Cuanto a la presencia haitiana solicitaban un “remedio heróico”, una ley protectora de los intereses nacionales en esas comarcas sometidas a la voracidad de nuestros vecinos haitianos, advirtiendo que esa comunicación frecuente con ellos, “llegará a estrechar vínculos de otro género”.

Dentro de las iniciativas propuestas al Congreso por estos distinguidos barahoneros, estaba una reducción de derechos de importación de un 20 -25 % en los géneros del algodón y otros artículos de consumo general, que se introduzcan por el puerto de Barahona, a la vez que se impidiera su introducción por otros lugares. También el establecimiento de aduanas terrestres en la frontera, así como otras disposiciones que redundaran en beneficios para esa demarcación.

Resaltaban los Diputados Mota y Damirón la importancia de que se construyera el ferrocarril Barahona-Neyba, para lo cual reclamaban que a esa vía se le otorgaran por decreto franquicias, garantías y hasta recompensas, para atraer inversionistas. A tales efectos, solicitaban que dicha obra debía declararse de alto interés político y económico. Expresaban también estos legisladores que Barahona contaba “con terrenos muy ricos, buenos puertos para embarque de frutos y que lo que faltaba era que acudieran allí capitales para el fomento de fincas de cacao, café, coco, caña y tabaco, favorecidas por condiciones envidiables”.

En su exposición destacaban que no había en Barahona una casa propia para la Gobernación; la Comandancia de Armas estaba en mal estado; la cárcel era limitada y su seguridad “no es suficiente para impedir la fuga y fomentaba la impunidad de los crímenes”. Precisaban además, que no había en Neyba, Las Damas (hoy Duvergé) y Enriquillo, una casa de Gobierno propia para Comandancia ni lo demás que exige la buena organización de una Común. Apuntaban que la iglesia de Enriquillo estaba en un ranchón miserable, para cuyo techo solicitaban una donación gubernamental.

Más adelante afirmaban que era preciso que el Congreso se ocupara de prohibir el tráfico comercial existente con Haití basado en la expedición de pasaportes y permisos otorgados por los jefes comunales, por considerarlo un contrabando disfrazado, que además afectaba las recaudaciones aduaneras.

Ambos legisladores sometieron luego dos Proyectos de Ley para conjurar la penosa situación. Veinte días después (24 de junio del 1889) una Comisión designada por el Congreso rindió su informe favorable para que se asignaran $4,500 para la construcción de Casas de Gobierno en Barahona, Neyba, Enriquillo y Las Damas. También para la construcción de una cárcel pública para Barahona. Igualmente recomendaba autorizar al Poder Ejecutivo la compra de 50 quintales de zinc para techar la iglesia de Enriquillo.

25 años después-en Febrero de 1915- los legisladores barahoneros Jaime Sánchez y Calazán Féliz casi con los mismos argumentos, someten un Proyecto de Ley para un conjunto de obras dentro de las cuales está la construcción de la carretera Barahona-Neyba, así como casas de gobierno y cárceles en Barahona, Neyba, Enriquilo, Duvergé y Cabral.

Es increíble cómo actualmente autoridades locales de Barahona y legisladores, procuran el otorgamiento de facilidades arancelarias y exoneraciones para el puerto de Barahona, para dinamizar su actividad comercial e industrial, algo que ya se reclamaba hace 120 años !!!!!!!!!

Actualmente neyberos y barahoneros están reclamando la reconstrucción de la carretera Neyba-Barahona, de los canales de riego, edificios públicos y otras infraestructuras. Los barahoneros reclaman el reinicio de importantes obras paralizadas (Centro Universitario) y la iniciación de otros proyectos estratégicos (Presa de Monte Grande, 2da etapa de Acueducto, etc), así como el la aprobación definitiva del contrato para que el proyecto de las aguas termales (más de 20 mil millones de pesos), se inicie. Si las cosas siguen como están, vamos a tener que halarle las orejas a los sordos.

Esta cruda realidad, debe servirnos de experiencia para saber que no sólo bastan iniciativas serias y preocupación sincera de la sociedad civil por nuestro desarrollo socioeconómico. Se requiere de acciones cada vez más contundentes para que la clase política dominicana, los legisladores, los gobiernos locales y nacionales, atiendan los reclamos de nuestra colectividad barahonera. La tenacidad de Gandhi, Martin Luther King, Nelson Mandela, Duarte y Martí, debe ser la antorcha que nos guíe en esta búsqueda del ansiado desarrollo.

08 FEBRERO 2009